jueves, 20 de octubre de 2016

Mamá, por favor permite que papá esté cerca.



Querida mamá:
Existen muchas formas de dejar a papá fuera de mi vida. Existen muchos motivos para hacerlo, y también muchas formas creativas de permitirle estar cerca de mi.

Cuando papá se fue ¿Cómo reaccionaste mamá?
Lo cierto es que existen miles de mujeres en el mundo que deben cuidar de sus hijos solas; proveerlos, educarlos, amarlos y guiarlos solas. Ello es muy loable, pero no significa que por cumplir todas las funciones solas no haya lugar para papá en nuestra vida interior. Eres mamá, una gran mamá, pero no eres papá.

Existe algo llamado "mamá invasiva". Sucede cuando te has quedado sola criando y, en el afán de protegernos de la ausencia de papá, ocupas su lugar, dejándolo fuera de nuestras vidas y de su corazón; de alguna forma u otra, “invades” su lugar.

Papá, como haya sido, nos dio el don de la vida. Mamá tú lo elegiste como nuestro padre (al menos el 95% de las veces), y será nuestro padre siempre. No necesitamos que ocupes el lugar de papá, necesitamos que sigas siendo una gran mamá y que en tu corazón, independientemente de las circunstancias, le agradezcas a papá por haber sido el hombre que nos dio la vida y que nos permite estar junto a ti.
No necesitamos que reflejes tu dolor y el resentimiento que tienes hacia él con nosotros. Tus palabras sobre él marcan nuestro destino: ¿viviremos con resentimiento?, ¿escogeremos parejas para replicar tu historia?
Recuerda que somos simbólicamente 50% tu energía y 50% la energía de papá. ¿Cómo construiremos esa energía? Cuando hablas de él formas ese 50% que nos integra como personas. Tu interacción con él es parte de esa fuerza o esa debilidad, hablo de tu interacción interna, de cómo estás tu respecto a toda esta situación externa.
Lo que pasa con nosotros al tener mamá que nos 'protege' así de la ausencia de papá, es que crecemos con sólo la mitad de nuestra fuerza, con la mitad de nuestra esencia, de nuestro potencial creativo, con la mitad de nuestra autonomía y capacidad para vivir plenamente.
Las circunstancias o papá han tomado su decisión, pero ¿mamá, que harás para que nosotros integremos en nuestra vida ese 50% tan importante?

Permitir que papá esté cerca no significa que abrirás la puerta y vivirá con nosotros otra vez, ni que irás a buscarlo al fin del mundo para que vuelva y se quede en casa. Significa que:

· Haz resuelto tu dolor.
· Miras a papá con gratitud por darnos la vida.
· Entiendes que yo te agradezco a ti que lo hayas elegido como mi padre; sin él yo no sería yo.
· Aceptas nuestras circunstancias con amor.
· Luchas por nuestros derechos, no luchas contra él.
· Sigues siendo una gran mamá, permites que él ocupe su lugar (internamente) con lo que tiene.
· Si es necesario que estemos lejos por mi seguridad. Eso también implica darle un lugar, entiendes que así es la historia y que estaremos bien con tu apoyo.

Yo sé que tu haces lo mejor para nosotros. A veces papá también hace lo mejor al alejarse.

Mamá, permite a papá estar cerca, ten un buen lugar para él en tu corazón y deja que la vida siga avanzando así para nosotros. Agradece, siempre agradece lo bueno de esta historia.

Pd. Los motivos por los que no está cerca pueden ser innumerables: murió, se fue, el juez no le permite vernos, nunca nos conoció, está con nosotros pero no interactúa, se volvió a casar, no es segura la convivencia con él… etc. Eso realmente no nos compete en este momento, la reflexión hoy gira en torno a la reacción que has tenido a partir de esta ausencia; lee todo otra vez si lo crees necesario.

Abril León
Terapeuta Transgeneracional y DBO

martes, 18 de octubre de 2016

La cascada de la vida


Era una vez Edgardo, un joven apuesto y saludable que todos los días despertaba con el mismo objetivo: devolver al lago de la montaña el agua que caía de la cascada.

Era fuerte, pues su meta le había exigido desarrollar músculos, voluntad y perseverancia. Al amanecer corría a la cañada, y con distintos métodos – de ingeniería incluso- devolvía al lago arriba en la montaña, litros y litros del agua que caía de la cascada.

Tras un tiempo de observarlo, el viejo sabio cuestionó su contundente decisión:

- ¡Oye tú! ¡Ven, siéntate!

- Diga señor…

- Cuéntame ¿para qué quieres devolver el agua a la montaña?

- Señor, esa agua que cae de la cascada es de la montaña, allá debe estar…

- Absurdo querido, el agua no es de un lugar o de otro; el agua ha nacido para correr, hacer nuevos cauces, alimentar nuevos terrenos, dar vida en otros lados.

- Pero señor, entonces arriba se quedará sin agua y ¡todo morirá!

- Arriba ya ha vivido, arriba en la montaña tendrá que volver a llover después de que el agua abajo haya cumplido su ciclo…

El destino del agua es moverse, si se estanca se pudre. El agua va hacia arriba solo si se evapora, jamás corre hacia arriba. Dedícate mejor a buscar nuevos cauces, observa el rumbo de la naturaleza, haz que todos tus terrenos reciban la vida y hazlos fértiles…

Edgardo que poseía algunas tierras río abajo, solo miraba la catastrófica posibilidad de que la montaña se quedara sin agua… Y así, sin terrenos fértiles, con un trabajo sin frutos, mirando arriba, con esfuerzos infecundos siguió la vida.

La cascada fluye de arriba hacia abajo, sigue el movimiento natural de la vida, de la naturaleza; así la fuente de la vida, fluye de arriba hacia abajo, de padres a hijos, de abuelos a padres, de hijos a nietos.

Querer cuidar de mamá, tomar el papel de padres, querer cumplir sus sueños en lugar de los nuestros, estar resentidos con ella o juzgar la forma en que nos dio la vida es igual que tirar el agua de la cascada hacia arriba.

Intentar arreglar la historia de nuestra madre es tan inútil como la labor de Edgardo, esa historia es como ha sido, no la podemos cambiar; es en gran medida la razón por la que estamos vivos.

Si miramos solo hacia arriba, si queremos devolver el agua a la montaña, lo que conseguiremos es fracasar en los negocios, no poder concebir hijos, no lograr una pareja plena, sentirnos desdichados, esforzarnos mucho para conseguir poco, generar carencia, poco logro de nuestros anhelos de vida…

La mejor forma de honrarla es seguir el consejo del viejo sabio: miro el flujo natural del agua, de la vida. Me pongo bajo la cascada, recibo el agua, bebo de ella, admiro su color, su olor, sus componentes, su historia – la historia de mamá- y entonces miro hacia adelante, creo nuevos cauces, hago fértiles mis terrenos, exploro otros territorios y posibilidades. Y con esa vida hago algo bueno, en honor a todo aquello que mi madre tuvo que recorrer hasta llegar a mí.

Abril León
Terapeuta Transgeneracional
 
y Descodificación de Enfermedades

Foto de www.flickr.com/photos/agneslapin/galleries  

miércoles, 12 de octubre de 2016

Confianza en mi misma...

#UnaHistoriaParaCompartir

Ágata dejó de confiar en sí misma a los 5 años. 

En su naturaleza de niña, sin juicios, sin estereotipos y con toda la libertad interna para ser, solía hacer muchas preguntas, experimentar texturas, movimientos, retos…
Los adultos a su alrededor solían darle órdenes todo el tiempo, las “normales”: no hagas esto, has el otro, deja aquí, haz allá. Cada orden o “instrucción” era dada justo en el momento en que ella comenzaba a hablar, preguntar o hacer algo que le parecía tremendamente interesante.
La callaban en el preciso instante en que comenzaba a expresar su esencia, su verdadera naturaleza individual. 
Así que dejó de confiar en las personas que más amaba, era muy inteligente (como todos los niños) y entendió perfectamente la lección: “Está muy mal ser lo que soy”, “nada de lo que hago está bien”, “no debería expresarme”.
Ágata dejó de confiar en sí misma a los 5 años, porque cuando eres niño la voz de los adultos se convierte es tu Voz Interior.
Haz una pausa: ¿a quién representa tu voz interior? . 

Abril León
Terapeuta Transgeneracional

y Descodificación de Enfermedades 

martes, 11 de octubre de 2016

Las creencias y mi relación de pareja

¿Las creencias afectan mi relación de pareja?

Analicemos:


Las creencias son las estructuras mentales que filtran nuestra percepción de la realidad y condicionan nuestras pautas de comportamiento. Son básicamente los lentes a través de lo que miramos al mundo.


Las creencias se forman así:
- Un día te pasa algo "bueno o malo" y lo vives con una emoción "buena o mala" muy intensamente.
- A partir de eso que te pasó, que viviste con mucha intensidad,
GENERALIZASTE todos los acontecimientos futuros relacionados con esa vivencia pasada.
Así, una creencia es un código petrificado de un acontecimiento pasado que viviste con mucha intensidad y que ahora condiciona tu existencia; se petrificó y ahora es el patrón mental con que vives la vida.

Lo cierto es que tu crees que tus creencias son verdaderas, pero no son la verdad y no son la realidad. Todos tenemos un sistema de creencias diferente, todos creemos que son verdaderas y que todo el mundo debería ver la vida como nosotros, pero
no es así.

¿Cómo identifico mis creencias?
Hagamos lo siguiente: responde las siguientes frases con lo primero que se te ocurra, sin fingir, ¡nadie leerá tus respuestas!

El dinero:________________
El amor:_________________
Los hombres:_____________
Las mujeres:______________
El trabajo:________________

Esas respuestas son tus creencias!!!
El trabajo está en identificar en qué momento -o conjunto de momentos- formaste ese código mental que te hace pensar que así es la vida (no te angusties, también tienes todo el poder para cambiarlas por alguna más favorable).


¿Y cómo afectan mi relación de pareja?
Responde tres frases para los siguientes temas, luego invita a tu pareja a responder y comparen sus respuestas
Una pareja debe ser:  _______________
Para encontrar pareja:_______________
La infidelidad:______________________
En dinero en una pareja:_____________
El divorcio:________________________
Las labores de casa:________________
Los hijos deben ser educados:::_______

¿Lo ves? Las creencias si afectan tu relación de pareja, cada uno percibe las cosas diferente; lo más impactante es que influyen considerablemente en el rumbo de sus acciones. Si crees que el divorcio es lo peor de la vida y te sucede, seguro te sentirás muy mal y tus acciones reflejarán esas emociones.

Siéntate con tu pareja, o contigo, a conversar sobre los temas de mayor conflicto y hagan una lista de sus creencias, intercambien opiniones y descubran creencias que les permitan percibir el mundo que los haga más felices y plenos.

Abril LeónTerapeuta Transgeneracional y Descodificación de Enfermedades