miércoles, 12 de octubre de 2016

Confianza en mi misma...

#UnaHistoriaParaCompartir

Ágata dejó de confiar en sí misma a los 5 años. 

En su naturaleza de niña, sin juicios, sin estereotipos y con toda la libertad interna para ser, solía hacer muchas preguntas, experimentar texturas, movimientos, retos…
Los adultos a su alrededor solían darle órdenes todo el tiempo, las “normales”: no hagas esto, has el otro, deja aquí, haz allá. Cada orden o “instrucción” era dada justo en el momento en que ella comenzaba a hablar, preguntar o hacer algo que le parecía tremendamente interesante.
La callaban en el preciso instante en que comenzaba a expresar su esencia, su verdadera naturaleza individual. 
Así que dejó de confiar en las personas que más amaba, era muy inteligente (como todos los niños) y entendió perfectamente la lección: “Está muy mal ser lo que soy”, “nada de lo que hago está bien”, “no debería expresarme”.
Ágata dejó de confiar en sí misma a los 5 años, porque cuando eres niño la voz de los adultos se convierte es tu Voz Interior.
Haz una pausa: ¿a quién representa tu voz interior? . 

Abril León
Terapeuta Transgeneracional

y Descodificación de Enfermedades 

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